Recógete dentro de ti y mira
y si no te encuentras adecuado,
haz como aquel que esculpe una bella estatua,
mira como corta de un lado, pule del otro,
hace una línea mas ligera y otra mas espesa,
hasta que de su obra surge un hermoso rostro.
Haz tú también lo mismo nunca dejes de cincelar tu estatua.
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